Recuerdame...

Fue tan de repente... Rápidamente llegaste a mi vida y no quería dejarte ir. Pero me dí cuenta que si decía sentir todo eso por tí tenía que tarde o temprano dejarte ir, no importando que encontrarás esa felicidad en otro lado, en otros brazos. De un momento a otro llegaste a ser todo eso que nadie en esta vida había logrado ser para mí, no importando en lo más mínimo tus cualidades, sino basado en la pureza de tu alma, en la hermosura de tu corazón. Es tan increíble aquella persona que llega a tu vida para prontamente irse, dejándote nuevas ilusiones y una perspectiva total y completamente distinta a la que tu planteabas. Aquella persona que con tan sólo una mirada revolucionaba tu mundo por completo y que con una simple sonrisa te hacía sentir plena. Aquella persona que desnudaba tu alma hasta que te sintiera como un niño cuando da sus primeros pasos y cuando los daba no quería parar; la persona que te enseñó a quererte y a querer y que de una u otra forma endulzó tu cabeza con palabras alentadoras. Tan rápido como llegaste te fuiste, pero siempre quedará en mi memoria dichos recuerdos.